Hija de un contorsionista, nació debajo de un farol, la destetaron con vino tinto y de los dos a los seis años, creció en un burdel de Normandía, las ocho damas que vivían allí, fueron las madres que la peinaban, la vestían y la mimaban. A los quince años ya cantaba por las calles de París, con esa voz tan potente y expresiva.
Se llamaba Edith Giovanna Gassion, parecía un pajarillo su figura frágil, entonces fue bautizada como la Móme Piaf (Piaf significaba en la jerga parisien, Gorrión), sólo cantaba canciones que estremecían su corazón, el día que murió en casi todo el mundo se hizo un minuto de silencio por ella, y acto seguido se inundó el aire de sus canciones. Nunca habrá otra Edith Piaf, el Gorrión de Francia.
Qué grande la pequeña Edith.
ResponderEliminarHace tiempo tenía un blog, del que perdí las claves, y en el dediqué una entrada comparativa de cuatro monstruas de la canción: Edith Piaf, La Lupe, Billie Holiday y Janis Joplin. Cuatro mujeres de vida torturada.
Un beso.
Es que parece que el sufrimiento, la pobreza o el desamor, hace al arte más profundo y hermoso. Un beso:)
ResponderEliminarCon respeto y humildad, puedo añadir a Maritrini de España.La Lupe también es lo máximo. Besos.
ResponderEliminarTambién encantadoras :) un abrazo señor Héctor
ResponderEliminarEdith Piaf, bien denominada "El Gorrión de Francia", cuando escucho sus canciones mi corazón vibra y caen de mis ojos lágrimas, esta mujer enternecedora conmueve hasta la última fibra de mi ser. No habrá otra como ella, cuando nació el molde se rompió.
ResponderEliminarUn abrazo
Un abrazo anónimo...nunca mejor dicho :)
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