Se sentaba junto a mí, preparaba sus cosas con gran parsimonia, poniendo especial cuidado en su varita mágica, siempre sonreía... aún cuando estuviera triste. Con gestos teatrales me decía :
" Entremos a este mundo mágico, sólo dime que deseas ver? !!"
" Una muñeca, con una trenza muy larga :) "
Hacía movimientos gráciles con su varita mágica mientras yo lo observaba... entonces aparecía, sonriente una muñequita con su vestido de lunares y una trenza que se arrastraba en el suelo.
"Podría ser Rapunzel ? conviértela en una princesa, por favor! por favor!!"
Sin más pedimentos procedió a ponerle una bellísima corona dorada. Pues si que es mágica esa varita :)
Y así mi querido profesor de dibujo me enseñaba que el papel es un mundo en su totalidad, lleno de imágenes esperando ser descubiertas y el lápiz es la varita mágica de un dibujante. Poniendo el lápiz en mis manos me dijo:
"Déjame ver qué hay en tu mundo"
Y se llenó el papel al instante de monigotes sonrientes, estrellas y corazones... Hay algo más hermoso que el mundo de un niño?
Sí, hay algo mas hermoso: tu corazón. :)
ResponderEliminarCasi lloro :S Siempre tan gentil, un abrazo.
ResponderEliminarMi hija pinta unos mundos preciosos, qué bonito relato!!!
ResponderEliminarMe encanta, se lo leeré.
Un abrazo
Gracias mi bella Anita. Un abrazo
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