Al fin había nacido una princesa en el reino, el Rey estaba tan feliz que dio la orden de que jamás le faltara nada, todos sus caprichos serían concedidos al instante... Mientras los caprichos se podían comprar con dinero todo iba bien, pero un día la pequeña princesa quiso tener una de las estrellas que brillan en el cielo, se le explicó de mil maneras que éso no era posible, pero ella no quería entender y juró estar siempre enojada hasta que tuviera en sus manos a la ansiada estrella.
El Rey ofreció villas y castillos al que pudiera traer una estrella a su pequeña princesa y verla de nuevo sonreír...pero nadie podía. Caprichosa y malcriada dejó de comer, de beber y se echó en su cama a morir.
El Rey entró a su cuarto y al verla tan desmejorada comenzó a llorar muy tristemente y de pronto! se hizo un milagro, las lágrimas del Rey se volvieron estrellas y brillaron por toda la habitación. La princesa se arrepintió de haber hecho sufrir a su padre y prometió no ser nunca jamás tan caprichosa, entonces el Rey y la princesa abrieron las ventanas del palacio y dejaron volar a las estrellas hacia donde pertenecían... al cielo.
Imágen cortesía de: Isabel María Dominguez Haro
Magnífico microrelato, y tan real, tan común....,... como la vida misma.
ResponderEliminarBRAVO
Felisa
Qué felicidad que les guste este cuentecito :) Un abrazo.
ResponderEliminarQué relato tan especial!!!!!!, sí que es como la vida misma, me ha encantado ver a una de mis "niñas" transformada de princesita, jejejeje
ResponderEliminarbesos
Eli
Querida moti, le pones expresiones tan hermosas a tus muñequitas que es fácil llenarse inspiración, gracias por permitirme usar a una de tus creaciones para mi cuento :)
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMi nombre es Paulina y soy administradora de un directorio de webs/blogs. Buen blog personal. Quisiera intercambiar enlaces. Puedo agregar tu pagina en mi directorio para que así mis visitantes puedan visitarla tambien.
Si te interesa, escribeme al mail: paulina.cortez@hotmail.cl
Saludos
Pau
Me parece un cuento delicioso y coincidimos en una cosa ami tambien los muñecos de Moti han sido en varias ocasiones inspiracion para hacer relato corto. ah y ademas tengo familia en Venezuela. Gracias por tu cariñoso comentario. Me gusta como escribes y lo bonito es como mmezclas fantasia con realidad las lágrimas del padre Rey..tierne un mensaje profundo..es un cuento con mucha miga...la niña sin regañinas
ResponderEliminarse da cuenta de su actitud egoista...es un cuento de 5 estrellas como los hotoles de lujo!!!! hasta otro ratito, un abrazo de Begoña
Querida Begoña, gracias por leerlo y aprecio muchísimo tus palabras, viniendo de alguien que escribe tan bonito es muy especial para mi. Un abrazo con mucho cariño.
ResponderEliminarPrecioso cuento, Artistalight. SE me ocurría otra forma de regalarle una estrella, pero te la cuento otro día :)
ResponderEliminarUn abrazo
Anita me encantaría que me dijeras tu forma de regalarle una estrella, por favoooor :)
ResponderEliminarUn simple vaso, una palangana, o mejor, un estanque, lleva allá a la princesa y déjale que toque las estrellas cuando allí se reflejen :)
ResponderEliminarUn abrazo
PD: Que conste que las lágrimas del rey convertidas en estrellas me parece una imagen preciosa
:) le Haré llegar el mensaje al Rey, por si tiene otra princesa caprichosa, gracias Anita quizás escriba algún otro cuentecito, pero esta vez complaciendo a la princesa .
ResponderEliminarOtro precioso cuento para contar a los niños. Podrías comentarle a Clara Varela que te lo ilustrara e intentar publicarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí...te imaginas? sería preciosa una ilustración de Clarulina :) Gracias por ser siempre tan gentil conmigo querido Torcuato, un abrazo.
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