"Somos una pareja, nadie debería entrometerse"
"Si...pero hay cosas que no cuesta nada hacer y así todos contentos"
Ella hizo un mohín y movió su larga cabellera en señal de disgusto, es tan preciosa
"Tú sabes lo que Padre ha dicho"
Ella se le acercó "Pero este es nuestro hogar, que nos deje tranquilos, yo no le digo a él lo que debe o no debe hacer en el suyo"
No le faltaba razón, al fin y al cabo le parecía una tontería todo esto y con tal de ver de nuevo su sonrisa, la complacería, Total...qué de malo puede pasar? y sin pensarlo dos veces mordió la preciosa manzana que Eva le ofrecía.
Ay, qué caprichosita la niña!!!! Total, qué de malo puede pasarnos :)
ResponderEliminarAsí me imagino el diálogo en cuestión, sin duda.
un abrazo
...Ay Eva si yo te contara, todo lo que pasó... jajaja Besitos Anita
ResponderEliminar...y conocieron la "diferencia"...Un abrazo señora María Luisa...:)
ResponderEliminar...Bueno al menos, puedo decir que no nos hemos aburrido... nos ha pasado de todo :)
ResponderEliminarEs que con las prohibiciones no vamos a ningún sitio.
ResponderEliminarUn beso.
Buen cuento de teología fantástica.
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