"Ven !! Ven a ver!!" Corrí al jardín, miles de luciérnagas revoloteaban entre las ramas de un Siempre verde, era surrealista ver tantas lucecillas vivas brillar en la oscuridad. Las observaba en silencio, sola en mitad de la noche, es idea mia o cada vez hay más y más.
Un ligero dolor en el pecho y tuve plena conciencia del movimiento de mi corazón, se aceleraban los latidos a velocidad vertiginosa, sin querer había cerrado los ojos, sumergida en una vorágine extraña, luminosa, aterradora, Estoy muriendo?? El pecho casi no podía contener aquel corazón salvaje y abrí los ojos. Todas las lucecillas se encendían y apagaban cada vez más rápido, entonces comprendí.
Brillaban al ritmo de cada latido, no sé de qué forma sus vidas y la mía se habían conectado. Ya basta!!! no podré soportar mucho tiempo, ya basta!!
No me había dado cuenta de que alguien se había sentado junto a mí, lo observé en silencio, vi sus ropajes, sus cabellos blancos, no hicieron falta palabras...él caminó y yo lo seguí.
Me pregunto si la mujer tumbada que aparece en mi relato vio esas luces antes de irse con el hombre que la acompañaba (con ese sí se fue hasta el final), pero me parece muy delicado como has descrito ese momento.
ResponderEliminarUn abrazo
Nunca tan maravilloso...como esos enamorados alrededor de ella, me encantó Anita, gracias por escribirme
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