Al ver las cartas cuidadosamente cerradas, no pude contenerme y usando todos los medios de que disponemos las madres para enterarnos de todo...las abrí. La primera decía así:
"Queridos reyes Magos:
Quiero decirles que no crean nada de lo que les ha dicho mi hermano, soy el único que de verdad se ha portado bién. Además lo que le traigan a él nunca me lo va a prestar porque es egoísta, Traedle carbón por favor y a mi el nuevo juego de Harry Potter y un robot dinosaurio que se mueva."
Vaya ! abrí la carta de mi otro hijo...
"Queridos reyes Magos:
Les pido por favor, que le traigan a mi hermano carbón porque se ha portado malísimo todo el año, por su culpa me han castigado siendo inocente. Entonces ya saben, carbón para mi hermano y a mi me traen un juego de Monopolio y unos patines"
Pensé un momento y el espíritu de Salomón se posesionó de mi...
Fabuloso retrato de los hermanitos envidiosos que con frecuencia se dan.
ResponderEliminarSi, con mucha frecuencia :) parece que es inevitable, después de dibujarlos me dieron pena los dos con su carbón en la mano :( Gracias por escribirme.
ResponderEliminarJa ja, genial, esa madre lo tuvo fácil, cada uno pidiendo regalos para su hermano :) así aprenderán, tu crees?
ResponderEliminarAbrazos