viernes, 29 de octubre de 2010

Cosas de Hadas


Estaba tan triste el cuentacuentos que una de las hadas de las Mil y una Noches se apiadó de él,  quiso saber qué lo agobiaba.... sufría porque nadie le prestaba debida atención cuando hablaba, se sentía despreciado. Un dorado conjuro se escuchó en silencio y al cuentacuentos dormido lo cubrió un fino polvo de estrellas.  Al día siguiente sin sospechar lo que había pasado, bajó a la cafetería y como siempre,  pidió un café
"Buenos días, me das mi café por favor"
Apenas pronunció esas palabras, se hizo silencio y todos los que allí estaban, se acercaron a él, lo rodearon y empezaron a aplaudir arrobados...jamás habían escuchado palabras más bonitas.

4 comentarios:

  1. Es que no hay nada mejor que decir las cosas con magia y...con autenticidad.
    Me ha gustado mucho este mensaje.
    Un beso

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  2. :) gracias extrañaba tus siempre gentiles palabras.

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  3. Es un poco como una pesadilla! Espero que la próxima vez que cuente un cuento también sea así.
    Un abrazo

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  4. Si, te imaginas? espero que cuente cuentos tambien lo aplaudan jaja

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