Es un ser amable, risueño y juguetón, parece una pincelada de Matisse en las negras aguas del río. Tienen el cuello largo y pueden voltear su cabeza graciosamente. Me encantó saber de su existencia y quisiera poder protegerlos para que naden por siempre en las bellas aguas del Amazonas. Los indígenas le tienen en gran aprecio y sus leyendas cuentan que en las noches se convierten en bellos jóvenes que enamoran a las mujeres del caserío y son considerados los padres de todos los niños nacidos sin padre conocido. :) Además algunos dicen que son mentirosos...
Sinceramente no sé porqué lo dicen :)
Excelente reflexión y muy hermosa criatura espero pronto poder nadar con ellas en el Amazonas
ResponderEliminarGracias, y si puedes nadar con ellos, por favor cuéntanos tu experiencia :) Saludos desde Venezuela.
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