Querido Niño Jesús:
Al comenzar a escribir, la pequeña niña que era... brilla por los rincones de mi alma y recuerdo la emoción con que abrazaba al Bebé querido que me trajiste una vez, olía a perfume y era tan suave y tan real, que no pude menos que sentirme una madre de 6 años. Pero hoy a mil años de aquel día, voy a pedirte cosas muy distintas. Te pido consuelo para mi alma que se siente aún muy herida por la partida de mi madre, salud para toda mi familia, en especial a mis pequeños nietecitos, calma en estos momentos en que todo parece estar mal, paz al mundo y en mi hogar, en mi País... Prosperidad, vida, salud, amor...Dicha y felicidad para toda la humanidad. Feliz Navidad!!!
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